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/ Edu Sallent: tus palabras de color verde
por Pati Blasco
Te sumerges en las emociones dejando las acciones como parte del decorado, aquello que hacemos solo para ser lo que somos. Escribes con timidez y entusiasmo, con lágrimas y risa, de fuera para dentro y pasando por todo el cuerpo. Tus palabras huelen bien y son suaves, aunque a veces se encojan en el estómago.
Necesitas vivir para escribir, escribir es para ti una consecuencia de la vida. Con los pies descalzos rozando el suelo y tus dedos sujetando un boli verde que escribe al mismo ritmo que nacen tus pensamientos, intentando no salirse de la cuadricula del papel aunque tus ojos viajen lejos y sin líneas… y tus palabras, antes de ser una hermosa historia, son algo hermoso dibujado sobre el papel: verde sobre blanco. Y antes incluso de eso son vida: experiencias, contacto, pasión.
Después las tocas con los dedos, porque te gusta lo que se puede tocar, lo que pasa por el estómago y luego llega a la cabeza y poco a poco en esa lengua en la que has crecido… com serà… van brotando como ramas verdes.
Te sumerges en las emociones dejando las acciones como parte del decorado, aquello que hacemos solo para ser lo que somos. Escribes con timidez y entusiasmo, con lágrimas y risa, de fuera para dentro y pasando por todo el cuerpo. Tus palabras huelen bien y son suaves, aunque a veces se encojan en el estómago.
Cuentas experiencias pero no solo lo que pasó: lo que mutó, lo que eso hizo sentir, en lo que la vida te convierte… porque para ti la escritura tiene que ser la esencia de lo que sientes.
Y como una de tus citas preferidas es de El Principito «lo esencial es invisible a los ojos» pues para leerte mejor casi ni mirar, casi ni escuchar el sonido de las palabras o la formación de las frases o el significado de todas esas letras pegadas las unas a las otras (sin pelear porque tienen claro su lugar). Mejor solo dejarse llevar por la melodía, que nos pone la piel de gallina, la risa que nace como una cascada, las lágrimas que brotan sin querer, la angustia que nos asfixia como en la cumbre del Nanga Parbat.
Y si nos dejamos llevar por esas palabras que destilan sentimientos a flor de piel. Pues una parte de nosotros, como tú, siente todo eso, en el viaje que nos haces vivir, como si comiéramos algo alucinógeno que nos trasporta a otra dimensión.
Y de tu mano de padre, de amigo, de escalador, de montañero, de cocinero, de cuentista, de contador, de cuentero… nos cuentas las cosas más pequeñas con sentimientos grandes y quiero y necesito leerte mucho porque me admira tu forma de ser y de estar en el mundo y cómo nos lo cuentas. Porque, incluso cuando todo es noche, siempre queda ese refugio Mientras haya luz.
Martes 28 de octubre, presentación del libro Mientras haya luz en la librería Desnivel de Madrid (Plaza Matute 6). Sebastián Álvaro acompañará a Edu Sallent.
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